martes, 27 de noviembre de 2007

No me pidas el teléfono…porque te lo voy a dar

Salís. Tomas algo, bailas algo, si te aburrís das vueltas, hablas con alguien.
Las salidas pueden ser muy distintas, pero esas cosas generalmente están presentes en todas las noches, al menos en las mías.
Pero mi problema no es con los tragos, ni con el baile, ni con el aburrimiento y sus vueltas, sino con el: hablas con alguien. No, hablar no me cuesta. Me cuesta no hablar. Me cuesta aprender a despachar a uno que resultó un pesado.
Si después del comentario inicial ya se que es un tarado, ¿Por qué me cuesta tanto descartarlo? Es que no se que decir.
Y lo peor es que por mucho que este sufriendo en una horrible conversación, con un horrible chico, si me pide el teléfono no se decir que no.
Así es que todos los boludos de Buenos Aires tienen mi teléfono.
Y lo peor es que me da cosa no contestar.
Así es como entro en un círculo vicioso y cada vez es más difícil fletarlos. Y lo peor es que después me culpan a mí de lo que sea que no hice y me dicen histérica.
Creo que voy a cambiar de numero…. Una vez por mes.

3 comentarios:

Liana dijo...

hOLA!
Pasaba por aquí y te queria dejar un saludo.
Que no te de lástima cortarles el rostro! Pensá en lo turro que fué alguno con vos y deja fluir el karma!

Alejandro dijo...

interesante el primer post que leo, creo que una solucion sea dar direccion de email, mas facil filtrar y no tenes que decirle nada directamente, ademas cuando vean que en dos semanas no les contestas no joden mas...o tal vez si, pero podes apretar delete!:)

Unknown dijo...

Y si alguien quiere escribirte por correo, por tus Blogs no puede porque no tenes, es injusto :)